LOS TRAUMAS PSICOLÓGICOS Y LA AUTOESTIMA (PARTE II)
UNA EXPERIENCIA CON NIÑ@S RETRAÍDOS Y NIÑ@S HIPERACTIVOS
Conoce cómo estos niñ@s fueron abordados desde la metodología del amor
Hola amig@s, es un placer retomar junto a ustedes, la temática que nos ocupó en el post anterior “Los Traumas Psicológicos y el Preámbulo que los rodea” (Parte I). En el se dijo que los engramas nutren la mente reactiva del niño y del adulto, originando los traumas psicológicos que en muchas ocasiones afectan directamente la autoestima del individuo.
Según Renny Yagonsesky en su libro “Autoestima. En Palabras Sencillas” expone el significado de la autoestima como “…el resultado del proceso de valoración profunda, íntima y personal que cada quien hace de sí mismo en todo momento, esté o no consciente de ella. Este resultado es observable, se relaciona con nuestro sentido de valía, capacidad y merecimiento y es a la vez causa de todos nuestros comportamientos”. Pág. 14
En
consecuencia, si el comportamiento humano es el resultado de la autoestima y
esta se ve afectada por los engramas que se forman en la mente reactiva dando origen a los traumas
psicológicos, entonces… ¿dónde queda la valía del individuo?
La
problemática con la que debía lidiar a diario y que fue descrita en la sección
anterior ¿podía generar formas sencillas para abordarla desde el punto de vista
sicopedagógico? Tal vez sí, haciendo los procedimientos aplicables en la
escuela, que habrían de servir para ayudar a aquellos niños con baja autoestima
y afectados en su comportamiento general, para una adecuada inserción en las
aulas de clase, dentro de su grupo familiar y en la sociedad.
Las
interrogantes me llevan necesariamente, a tener que contarles mi experiencia
con niños
que presentaban las condiciones mencionadas en el capítulo anterior, haciendo
hincapié en los niños retraídos
e hiperactivos
que asistían al aula integrada, que arrastraban traumas psicológicos y que
lograron liberarse de ellos a partir de una serie de actividades planificadas
para esos casos específicamente.
Es
así como durante toda mi carrera docente, trabaje con niños y adolescentes en
Educación Básica (Educación Primaria en otros países) y de Secundaria, permitiéndome
un bagaje de experiencias y conocimientos, que aunados a estudios
universitarios e investigaciones realizadas, me ayudó a la detección, reconocimiento
y abordaje de diversas dificultades presentadas por muchos estudiantes,
que los limitaban en los procesos de aprendizaje y de socialización, con pocas
posibilidades de desempeñarse eficazmente dentro de cualquier grupo social.
En
la mayoría de los casos, estos niños habían sido etiquetados por sus
propios maestros, y objeto de burlas entre sus compañeros durante largo tiempo;
muchas veces incomprendidos por sus padres, se observaban inseguros, ausentes,
“queriendo pasar desapercibidos”, o hiperactivos, agresivos, incontrolables, “llamando
a gritos la atención”.
Con frecuencia mostraban comportamiento
inestable, desinteresado, despreocupado por las actividades pedagógicas
propuestas, donde el déficit de atención y bajo rendimiento académico eran
notorios, motivo por el cual fueron asignados al Aula Integrada de la
institución donde laboraba, ya que no lograban adaptarse a las aulas de clases,
ni avanzaban como se esperaba en un niño normal, constituyéndose en focos de perturbación
del ambiente escolar, y en muchos casos, logrando malestar en los docentes y proyectando enojo y desesperanza en sus padres
y familiares.
La
cuestión era, que estos niños manifestaban “proyectaban” su
poca valía, la baja autoestima y una serie de conductas que indicaban
situaciones traumáticas que debían ser superadas.
Así
inicie por la aplicación de diagnóstico realizados tanto a los padres como a
los niños,
el cual facilitó el descarte de enfermedades y el consumo de sustancias
químicas que alteraran el comportamiento, se cubrieron ítems sobre comportamientos,
actitudes, aptitudes, inquietudes, habilidades, destrezas, enfermedades, hobby,
nivel académico, valores familiares y socioculturales, entre otros, y como ya
se tenía un marco referencial que permitía ubicar la problemática, se realizó
un registro digitalizado y de manera individual de cada niño.
Todo
eso originó el diseño de un plan de acción flexible, con actividades organizadas
acompañadas de una serie de estrategias aplicables en un determinado período de
tiempo, y con sus correspondientes procesos de evaluación dirigidos hacia el
rompimiento de los engramas que se
pudieron haber formado en la mente
reactiva durante la gestación o en el período transcurrido de su infancia, para
la liberación de los niños de sus traumas.
Con
las estrategias se abordó la integración padres-hijos, descubrimiento del Yo
interior de cada niño, el descubrimiento de su valía y el fortalecimiento de la
autoestima. Es necesario resaltar, que el trabajo con estos pequeños,
fue aplicado bajo la metodología del amor, en primer plano, y la puesta en práctica
se realizó a manera de terapias.
Esta
nueva forma de trabajo, se debió a que era indispensable el contacto directo
con los niños, bajo un esquema de comprensión y respeto por sus
limitaciones, además por el contacto cuerpo a cuerpo que tenía que darse entre
las madres y sus hijos en un momento determinado del plan, con el propósito de
desencadenar el descubrimiento de ese “YO” como ser único, valioso e
inteligente.
Esta
hermosa experiencia, permitió a esos niños valorarse positivamente y
florecer en todos los ámbitos de su vida familiar, escolar y social, en tan
solo pocos meses, y sus maravillosos resultados fue lo que me animó a escribir sobre
el tema, con el fin de compartirlo con aquellas personas interesadas en ayudar
a sus pequeños a superar las dificultades
que los aquejan.
En
fin, cualquiera sea el caso que estén atravesando sus niños, los invito a echar
un vistazo al próximo post, donde se mostrará el plan de acción con las
estrategias que se siguieron.
Próxima
entrega: LOS TRAUMAS PSICOLÓGICOS Y LA
AUTOESTIMA (PARTE III). Una Experiencia
con Niños Retraídos y Niños Hiperactivos. Conoce las estrategias que se emplearon para elevar la su autoestima.
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